El legado indiscutible de Simone Biles, en la gimnasia y más allá
PARÍS — El silencio dice mucho. Las competiciones de gimnasia en estos Juegos Olímpicos han sido bulliciosas. Sin embargo, hay momentos justo antes de que Simone Biles se suba a la barra de equilibrio o comience su rutina en el suelo, cuando el Bercy Arena cae en un silencio total. Los aficionados bajan sus teléfonos y levantan la vista para presenciar sus actuaciones con asombro y respeto.
El lunes, Biles cayó en la barra de equilibrio y no obtuvo medalla, pero luego se recompuso y ejecutó lo que podría ser su última rutina de suelo en una actuación electrizante. Aunque no fue perfecta, con dos penalizaciones por salir de límites, Biles lanzó su triple-doble característico y clavó la caída. Al terminar su icónica rutina de suelo, la arena estalló en vítores de “¡USA!” mientras ella levantaba los brazos en señal de triunfo. “He logrado mucho más de lo que jamás soñé, no solo en estos Juegos Olímpicos, sino en el deporte”, declaró Biles. “Hace un par de años, no pensé que volvería aquí, así que competir y salir con cuatro medallas, estoy bastante orgullosa de mí misma.”
Biles se marcha de París con 11 medallas olímpicas, cuatro de ellas obtenidas en estos Juegos. Algunos necesitan estas medallas para medir su legado, mientras que otros se centrarán en los impactos más allá de las estadísticas. Lo cierto es que, independientemente del criterio, Biles es la mejor gimnasta de todos los tiempos. Ha ganado todos los campeonatos all-around en los que ha competido desde 2013, y con la victoria de su octava medalla en París, se convirtió en la gimnasta estadounidense más decorada de todos los tiempos.
Biles tiene cinco movimientos que llevan su nombre y su influencia en el deporte es inigualable. Su capacidad para innovar ha llevado a que sólo un gimnasta haya competido alguno de sus movimientos en unas Olimpiadas. Constantemente se desafía a sí misma, ganando todas las competiciones all-around durante más de una década. Su legado no solo se mide en medallas, sino también en su influencia fuera del gimnasio: cambió la cultura deportiva al priorizar la salud mental y física, convirtiéndose en un ejemplo y una voz de cambio en la gimnasia.
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