Todos los pilotos poseen herramientas y trucos en su arsenal, pero Romain Grosjean tiene uno que es singularmente único. El francés de 38 años, nacido en Suiza, usa el botón del volante que le proporciona una bebida -aunque no esté activo en el coche- como un punto de datos clave durante las juntas técnicas. Al presionar este botón, que no le da bebida, Grosjean puede dar información precisa sobre las curvas y mejorar los reglajes del auto.
Durante las pruebas de pretemporada, el equipo Juncos Hollinger Racing (JHR) observó este peculiar enfoque cuando vieron a Grosjean presionando el botón repetidamente, a pesar de no tener bebida en su coche. Grosjean explicó a Motorsport.com que el botón de la bebida se convierte en una marca en los datos, facilitando a los ingenieros identificar problemáticas específicas durante las vueltas. Esto permite una discusión más detallada basada en datos precisos, evitando conjeturas sobre en qué curva ocurrió un problema.
Grosjean recordó haber iniciado este enfoque en sus primeros días en la Fórmula 1, utilizando el botón de confirmación para señalizar situaciones específicas al equipo. Al pasar a la IndyCar Series en 2021, mantuvo este hábito, ayudando a mejorar su rendimiento y facilitar la comunicación técnica. Aunque no es una práctica común entre los pilotos europeos, Grosjean destacó que esta técnica simplifica su vida en la pista.
En el equipo JHR, esta táctica ha sido bien recibida y probablemente se utilizará en el futuro. Grosjean se siente orgulloso de compartir su experiencia y no teme que otros pilotos adopten su método. Para él, la clave es aprender y evolucionar constantemente, aprovechando la experiencia acumulada a lo largo de su carrera de más de 20 años en el deporte.
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