Scottie Scheffler continúa con su dominio en el golf tras ganar su primer Open Championship en Portrush, Irlanda del Norte. Shane Lowry, ex campeón del torneo en Portrush, expresó la frustración de enfrentar los caprichos del golf, un sentimiento compartido por muchos jugadores. Rory McIlroy elogió a Scheffler, destacando su calma y enfoque, describiéndolo como un contrincante formidable en el campo. Según Xander Schauffele, Scheffler opera en un “modo blackout,” enfocado únicamente en el siguiente golpe.
El desempeño de Scheffler el domingo fue una lección magistral que reafirma su superioridad en el golf, cosechando su cuarto torneo importante y el tercer paso hacia un Grand Slam. “No creíamos que veríamos a alguien tan dominante como Tiger pronto,” comentó Schauffele. Durante el recorrido, la resolución y la precisión de Scheffler fueron notorias, incluso cuando el público apoyaba al local McIlroy. “La multitud quería que ganara alguien más,” dijo Scheffler, quien asumió el papel de aguafiestas con diversión.
Scheffler habló sobre su mentalidad, afirmando que el éxito en el golf no es lo que realmente lo llena, sino su vida personal como esposo y padre. Tras su victoria, mostró emoción sincera con su caddie y familia, subrayando que para él, la verdadera satisfacción proviene de su vida fuera del campo. Al final del día, incluso siendo una figura dominante en el golf, Scheffler mantiene su humildad y enfoque en lo que considera verdaderamente importante.
A pesar de evitar el foco de atención, su talento lo coloca inevitablemente allí. “No busca ser una superestrella,” afirmó Jordan Spieth, subrayando la diferencia de personalidad con otras leyendas del deporte. Scheffler, al recibir el trofeo, reconoció su éxito actual, pero su mentalidad es clara: “El espectáculo continúa.” Su habilidad para transformar un juego impredecible en una historia de consistencia es lo que lo hace destacar en el mundo del golf.
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