Siete Mundiales para Colombia y tres de ellos con James Rodríguez, quien ha sido clave para el equipo nacional. A sus 34 años, ha vuelto a llevar a la Selección a la máxima competición luego de ocho años de ausencia, consolidándose como un nombre esencial de la última década.
James ha dejado huella con gestos y actuaciones que van más allá de las estadísticas. En 2016 afirmó: “yo aquí juego hasta cojo”, una promesa que sigue cumpliendo. Aunque su carrera en los clubes es irregular y enfrenta limitaciones físicas, en la Selección sigue siendo líder y referente con la camiseta número 10.
Destacándose por su visión de juego, pases precisos y calma bajo presión, James sigue siendo decisivo. Aunque su estilo ha cambiado, su zurda continúa marcando la diferencia en momentos cruciales. A pesar de su edad y el cambio en su dinamismo, su talento sigue siendo clave.
La decisión de mantener a James en el centro del equipo tuvo sus costos. Jhon Arias, quien destacaba en Fluminense y ahora en Wolverhampton, tuvo que adaptarse a un rol secundario. El técnico Lorenzo apostó por el liderazgo del capitán, a pesar de tener otras opciones con Arias. La clasificación al Mundial 2026 confirma la importancia de James y su capacidad de adaptación, asegurando su legado en el fútbol colombiano.
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