En un emocionante partido contra los Cowboys, el quarterback de los Minnesota Vikings, J.J. McCarthy, causó revuelo al realizar una danza “Griddy” al entrar a la zona de anotación. Esta celebración, inspirada por su compañero Justin Jefferson, no fue del agrado del entrenador Kevin O’Connell. Aunque McCarthy fue advertido previamente en los entrenamientos de evitar dicho festejo, la tentación fue demasiado grande al ver la oportunidad clara de anotar.
Durante el partido, McCarthy mostró su potencial al lanzar para un récord personal de 250 yardas, incluidas varias jugadas clave que ayudaron a asegurar la victoria de los Vikings por 34-26. Sin embargo, su celebración fue tema de conversación posterior. “Lo hice en práctica y me dijeron que no lo hiciera”, confesó McCarthy, añadiendo que esperaba recibir una calificación negativa por ello.
A pesar del incidente, McCarthy demostró gran habilidad en el campo, superando un inicio difícil tras una intercepción inicial. El quarterback completó ocho de sus siguientes diez pases, destacando un pase de touchdown de 20 yardas a Jalen Nailor. Gracias a su protección eficaz, McCarthy pudo realizar lanzamientos largos, esenciales para el estilo de juego basado en jugadas extensas.
Kevin O’Connell elogió el desempeño general de McCarthy, resaltando un pase “espectacular” de 29 yardas a T.J. Hockenson. Aunque admiró algunas de sus jugadas, O’Connell dejó claro que preferiría menos espectáculo al llegar a la zona de anotación. “Aunque estamos en el negocio del entretenimiento, preferiría que mostrara su velocidad”, comentó O’Connell, enfatizando que el enfoque debe estar en el rendimiento y no en las celebraciones.
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