Arsenal alcanzó la cima de la Premier League con una victoria ajustada de 2-1 sobre Brighton, pero nuevamente su desempeño dejó dudas. A pesar de las constantes lesiones que afectan al equipo, como las recientes de Jurriën Timber y Riccardo Calafiori, lograron salir adelante gracias a la disposición de Declan Rice quien jugó como lateral improvisado. Martín Odegaard abrió el marcador, y un gol en propia puerta de Georginio Rutter pareció asegurar el partido, pero Brighton revivió poco después.
David Raya fue crucial para Arsenal, salvando un potente disparo de Yankuba Minteh que pudo haber empatado el partido. Gabriel Martinelli desperdició una clara oportunidad para cerrar el encuentro, fallando un remate tras un centro de Bukayo Saka. La tensión era palpable, y Arsenal se aferra a sus victorias, constantemente lidiando con finales estresantes y decisiones cuestionables en el ataque.
La preocupación de Mikel Arteta resuena con la inquietud de los aficionados que ven al equipo ganar, pero nunca de manera cómoda. “Tenemos que ser eficientes y mantener la compostura”, comentó Arteta, destacando el deseo del equipo de ganar sin comprometer su ventaja. A pesar de su posición como líderes, las victorias por márgenes tan estrechos dejan un sabor agridulce y preocupación sobre si esta energía emocional se puede sostener a largo plazo.
Con una plantilla amplia pero afectada por lesiones, Arsenal busca mantener el ritmo y la unión del equipo. Arteta se muestra positivo, confiando en que a medida que se recuperen jugadores, podrían tener un mejor desempeño. Sin embargo, el inminente encuentro contra Aston Villa, conocido por complicarles en el pasado, pondrá a prueba la disposición y fortaleza emocional de los Gunners en su búsqueda del título.
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