PARÍS — La controversia en torno a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ha tomado un giro legal tras las hostilidades sufridas por la DJ Barbara Butch, ícono LGBTQ+, quien actuó en el evento. La abogada de Butch informó en Instagram que su cliente ha recibido amenazas de muerte, tortura y violación, además de numerosos insultos antisemitas, homofóbicos y sexistas. Estas amenazas se sucedieron a raíz de un segmento de la ceremonia que algunos interpretaron como una burla a “La última cena” de Leonardo Da Vinci.
El director artístico del evento, Thomas Jolly, ha reiterado que no se inspiró en la obra de Da Vinci, y que el segmento protagonizado por Butch, quien lucía un adorno plateado similar a un halo, pretendía celebrar la diversidad y la gastronomía francesa. Sin embargo, algunos líderes religiosos y espectadores se sintieron ofendidos por esta interpretación. Los organizadores de los Juegos Olímpicos en París sostuvieron que no hubo intención de faltar el respeto a ninguna religión y que el objetivo era celebrar la tolerancia de la comunidad.
Butch, conocida por su activismo por el amor, expresó en Instagram que no se avergüenza de quién es y que asume la responsabilidad por sus elecciones artísticas. Su abogada, Audrey Msellati, ha presentado varias denuncias legales en respuesta a la campaña de acoso y difamación que ha enfrentado la DJ. Las autoridades judiciales francesas analizarán estas denuncias para decidir si se abrirá una investigación formal.
A pesar de las amenazas y el acoso, Butch se mostró orgullosa y honrada de haber participado en la ceremonia, afirmando que su corazón está lleno de alegría. Aseguró estar comprometida con sus convicciones y destacó sentirse orgullosa de su identidad y de lo que representa para sus seres queridos y muchos franceses. “¡Mi Francia es Francia!” escribió, reafirmando su determinación frente a las adversidades.
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