En un desarrollo reciente, el contrato de Trey Hendrickson con los Bengals ha causado revuelo debido a las discrepancias salariales. Stephen A. Smith ha criticado abiertamente el salario actual del jugador, calificándolo de “broma”. Esta situación se origina a partir del contrato inicial de Hendrickson en 2021, que aunque generoso en términos de duración, tenía garantías mínimas en comparación con otros jugadores de su calibre. A pesar de su destacada actuación, que superó a muchos de sus contemporáneos, los Bengals y Hendrickson han llegado a un punto muerto en las negociaciones.
El problema radica en las garantías económicas que Hendrickson busca. Aunque logró una extensión de un año en 2023 para aumentar su APY, la estructura del contrato le da a los Bengals un control significativo, sin una garantía sólida en su salario básico. Esto coloca a Hendrickson en una posición limitada, especialmente en caso de un intercambio a mitad de temporada o si decide una huelga durante el campeonato.
La posibilidad de un intercambio está en el aire, aunque parece ser más una táctica de negociación por parte de los Bengals. El historial de intercambios tardíos, como el de Khalil Mack, muestra que es posible buscar refuerzos importantes justo antes de la temporada. Sin embargo, el caso de Hendrickson es complicado debido a su edad y las demandas contractuales. Equipos como los Patriots o Titans podrían estar interesados, pero la idea de un intercambio sigue siendo incierta.
Lo más probable es que los Bengals finalmente lleguen a un acuerdo, anunciando una extensión de tres años con garantías significativas. La defensa de Cincinnati, sin embargo, se enfrenta a desafíos importantes y su rendimiento podría influir decisivamente en la presión que el equipo siente para resolver el conflicto con Hendrickson.
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