SAN DIEGO — Después de ser barridos en el Dodger Stadium durante el fin de semana, los Padres dejaron Los Ángeles el domingo intentando recuperarse. Se encontraban a solo dos juegos de distancia en la pelea por el liderato de la División Oeste de la Liga Nacional, mientras se preparaban para otra serie crucial.
La gira en Los Ángeles fue desafiante para los Padres, pues los dejó en una situación complicada en su división. A pesar de las derrotas, el equipo conserva su enfoque en el objetivo de conquistar la cima del Oeste de la Liga Nacional.
Con el ánimo golpeado pero aún con esperanzas, los jugadores saben que las próximas series serán decisivas para su futuro en la temporada. Los encuentros que se avecinan cobrarán gran importancia para mantener vivas sus aspiraciones de liderato.
Pese a las dificultades, la confianza en el equipo permanece firme. Los Padres están listos para afrontar los desafíos que vienen, decididos a mejorar y recuperar terreno en la contienda por el liderato.
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