La contratación del próximo entrenador de la selección masculina de EE.UU. es una cuestión de inversión, y la Federación de Fútbol de EE.UU. (USSF) parece dispuesta a incrementar sustancialmente el salario ofrecido. Históricamente, los sueldos pagados han variado, pero han mostrado una tendencia al alza desde el salario de $941,647 de Bob Bradley en 2010 hasta los $2.3 millones de Gregg Berhalter en el año del Mundial 2022, incluyendo un bono de $900,000 por clasificar. Si se compara, el entrenador de Inglaterra, Gareth Southgate, ganaba £5 millones ($6.4 millones) anuales.
Después del despido de Berhalter, la USSF está mirando hacia Europa en su búsqueda de un nuevo entrenador, y se espera que el costo de contratar a un técnico internacional será considerablemente mayor. Los informes indican que Matt Crocker, director deportivo de U.S. Soccer, pasó tiempo en Europa para evaluar candidatos extranjeros, lo que podría elevar los costos salariales a cifras cercanas a siete dígitos, especialmente si se busca a un nombre de alto perfil como Jürgen Klopp, que ganaba €50 millones al año en Liverpool.
Para hacer posible esta contratación, la USSF está explorando mecanismos financieros creativos, como la movilización de patrocinadores y otros recursos externos. David Carter, profesor de negocios deportivos, señaló que la inversión privada y los fondos extranjeros pueden ser soluciones viables, similares a cómo la MLS y el Inter Miami financiaron la adquisición de Lionel Messi con la ayuda de Adidas y Apple. Estas estrategias ya están siendo consideradas, y algunas fuentes mencionan que patrocinadores y individuos ya se han acercado a la USSF ofreciendo su apoyo.
La proximidad del Mundial 2026, que se celebrará en EE.UU., México y Canadá, y el desempeño decepcionante del equipo en la Copa América han intensificado la urgencia de mejorar el equipo. Matt Crocker indicó que el objetivo es ser competitivos en términos salariales para atraer a un entrenador que pueda llevar al equipo al siguiente nivel, y se están barajando opciones como la compensación diferida y la mezcla de salario base con fondos externos para cubrir cualquier déficit. Con una mejora en la salud financiera y diversificación de ingresos de la USSF, parece que el camino está allanado para una inversión significativa en el nuevo entrenador.
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