En UFC 304, celebrado en Manchester, Inglaterra, Belal Muhammad sorprendió al destronar a Leon Edwards y convertirse en el nuevo campeón de peso welter. En el evento co-principal, Tom Aspinall demostró su dominio al vencer rápidamente a Curtis Blaydes, consolidándose como uno de los mejores strikers del mundo. Brett Okamoto, Andreas Hale y Jeff Wagenheim analizaron las implicaciones de estas peleas.
La velada estaba preparada para que Leon Edwards brillara ante sus seguidores. Sin embargo, el público en la arena Co-op Live no tuvo motivos para celebrar cuando terminó el enfrentamiento. Muhammad controló la mayor parte de la pelea con posiciones dominantes en el suelo, acumulando más de 12 minutos de tiempo de control. A pesar de un breve momento de éxito para Edwards en el tercer asalto, Muhammad no dio espacio para grandes momentos del campeón, apagando el entusiasmo de los aficionados británicos.
Muhammad había pronosticado este método de victoria, aunque parecía improbable dada la experiencia de Edwards contra luchadores fuertes como Kamaru Usman y Colby Covington. A pesar de que Edwards tuvo un buen tercer asalto y casi consiguió una sumisión al final, no pudo mantener una ofensiva constante y su reinado terminó de manera insulsa. Ahora, Muhammad se une a la lista de campeones poco conocidos a pesar de sus meritorias actuaciones.
En cuanto a Tom Aspinall, la victoria en solo un minuto contra Curtis Blaydes ha dejado pocas dudas sobre su capacidad. Tras aniquilar a Blaydes, Sergei Pavlovich y Marcin Tybura en un total de tres minutos y 22 segundos, Aspinall se perfila como un contendiente serio. La posible pelea con Jon Jones ahora genera gran expectativa, aunque Jones podría optar por retirarse invicto en lugar de enfrentar al peligroso Aspinall.
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