Harvey Elliott jugó un minuto para el Liverpool antes de ser cedido al Aston Villa al final del mercado de verano, momento crítico que inició la jugada del gol del triunfo en el último minuto contra el Newcastle. Sin embargo, este pequeño tiempo en el campo cambió su sueño mundialista de 2026 a una pesadilla. Una regulación de la FIFA limita a los jugadores a jugar sólo para dos equipos en una temporada, por lo que Elliott no puede salir del Villa y tampoco ser usado regularmente.
Después de haber sido nombrado Jugador del Torneo en el Campeonato Europeo Sub-21 de la UEFA, Elliott esperaba que su cesión al Villa le asegurara tiempo de juego para consolidarse en el equipo de Inglaterra. Sin embargo, no logró entrar en la alineación regular de Unai Emery, registrando solo 96 minutos en el campo. Además, su regreso al Liverpool en enero no es posible debido a las condiciones de su cesión.
La situación se complicó porque el traspaso de Emiliano Buendía a Leeds no se concretó, y Buendía volvió a ser una pieza clave para el Villa, compitiendo con Elliott y otros jugadores por el puesto. A pesar de una lesión de Ross Barkley que podría abrirle la puerta a más minutos, las probabilidades de Elliott para jugar regularmente y activar una cláusula de compra son inciertas.
Con un interés previo de RB Leipzig descartado tras el rechazo de Liverpool, Elliott se encuentra atrapado por una regla que lo bloquea de regresar a la Premier League. Sus esperanzas de jugar el Mundial se diluyen, seis meses después de estar en una posición privilegiada para representar a Inglaterra en el escenario internacional.
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