Ed Orgeron necesitaba una cuerda cuando fue nombrado entrenador interino de USC en 2013 tras el despido inesperado de Lane Kiffin. Inspirado por Pete Carroll, organizó una dinámica de soga entre jugadores y personal para fomentar la unidad. Bajo su liderazgo, USC terminó la temporada 6-2, aunque no fue retenido. Sin embargo, al replicar esto en LSU en 2016, logró un 5-2 y finalmente ganó el título nacional tres años después.
Los entrenadores interinos enfrentan situaciones diferentes pero comparten la misión de estabilizar equipos en transición. Según Tim Skipper, nombrado interino de UCLA, ser interino nunca llega en buen momento. Estos entrenadores deben manejar emociones y decisiones inmediatas para mantener la cohesión del equipo. La temporada 2025 ha destacado a varios interinos debido a cambios en los principales conferencias.
El manejo del personal técnico es crucial. Aunque las destituciones de entrenadores alteran la estructura, los interinos como Philip Montgomery de Virginia Tech buscan mantener la estabilidad del equipo. Montgomery se basó en su experiencia previa en Tulsa, mientras que Tim Skipper, sin tanta experiencia previa, optó por actividades como sesiones de boliche para fomentar la camaradería en UCLA.
Reclutar y mantener al equipo motivado es esencial. Orgeron enfatizó la importancia de no prometer lo que no se puede cumplir, centrándose en promover la institución misma. Aunque los interinos enfrentan limitaciones en las ofertas de becas, intentan motivar tanto a reclutas como a los actuales jugadores, incluso sin saber su propio futuro con el equipo.
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