El entrenador de los Colts, Shane Steichen, enfrentó una crisis tras la lesión del quarterback titular Daniel Jones, quien sufrió un desgarro en el tendón de Aquiles durante un enfrentamiento contra los Jacksonville Jaguars. Con el suplente Riley Leonard también lesionado, Steichen decidió explorar opciones inesperadas. Philip Rivers, retirado y celebrando su 44 cumpleaños, fue contactado para unirse al equipo como opción de emergencia.
Rivers, un amigo cercano de Steichen y uno de los quarterbacks más productivos en la historia de la NFL, aceptó la propuesta y firmó con el equipo de práctica de los Colts. Su regreso a los campos podría materializarse tan pronto como este domingo contra los Seattle Seahawks. Esta decisión se tomó mientras el equipo intentaba salvar sus esperanzas de playoffs, después de una serie de derrotas que amenazaban su buena posición en la temporada.
La contratación de Rivers surge en un momento crucial para Indianapolis, que después de semanas exitosas enfrentaba problemas debido a lesiones clave. Los Colts consideraron otras opciones, pero dadas las circunstancias y la cercana relación entre Steichen y Rivers, optaron por un camino menos convencional. Rivers, quien había estado entrenando en una escuela secundaria, demostró tener todavía una potencia considerable en su brazo, según fuentes del equipo, lo que influyó en su decisión.
El potencial regreso de Rivers levantaría algunas preocupaciones sobre su capacidad para enfrentar la presión defensiva, especialmente contra equipos como los Seahawks, que tienen un sólido récord en capturas. Sin embargo, su experiencia y habilidades podrían ser un factor decisivo en este crítico tramo de la temporada para los Colts. El desarrollo de esta historia continuará en los entrenamientos de la semana, determinando si Rivers será el elegido para liderar el equipo en los próximos partidos.
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