Durante la pandemia, Julian Sayin y su hermano Aidan practicaban sus lanzamientos en Pine Park, Carlsbad. Acompañados por el entrenador Jose Mohler y sus amigos Jayven y Kiran Sandhu, se desafiaban jugando una versión de QB H-O-R-S-E, donde la precisión era crucial. “Calificábamos muy estrictamente”, dice Aidan, quien luego se convirtió en un destacado quarterback en Penn. Estas sesiones formaron la base de la precisión que caracteriza a Julian, ahora contendiente al Heisman y mariscal de inicio en Ohio State.
Con los Buckeyes, Julian ha llevado al equipo a una temporada invicta, alcanzando un 78.9% de pases completados, cerca de romper el récord de FBS. “Mi hermano fue un gran mentor y competidor”, comenta Julian. En el campeonato de Big Ten, enfrentará al destacado mariscal de Indiana, Fernando Mendoza. “Lo ve increíblemente bien y lanza con precisión”, destaca el entrenador Ryan Day.
Todo comenzó en 2020, cuando la pandemia obligó a retrasar la temporada de fútbol a la primavera. Los hermanos Sayin se desafiaban en el parque local, perfeccionando sus lanzamientos bajo la supervisión de Mohler. “Julian siempre quiso competir con su hermano mayor”, dice Mohler. Sus entrenamientos matutinos incluyeron ejercicios de precisión y competencia, mejorando notablemente sus habilidades. “Pine Park era un laboratorio”, afirma Jayven Sandhu.
Julian, ahora titular en Ohio State, muestra una habilidad excepcional para colocar la pelota donde desea, un talento que desarrolló desde temprana edad. Tras un pequeño revés en un juego contra Michigan, logró recuperarse y completar 19 de 24 lanzamientos, destacándose en un ambiente nevado. “Super resiliente”, dice Aidan, recordando las intensas sesiones de Pine Park, con Julian siempre demostrando una mentalidad competitiva y segura.
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