Cómo la era del reparto de ingresos está afectando el ciclo de reclutamiento en el baloncesto universitario

Después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva el 24 de julio para eliminar los pagos “de terceros”, Janetta Andrews contactó a John Calipari para comprender el impacto en su hijo JaShawn, un prometedor recluta de Arkansas. Calipari admitió no tener respuestas claras, reflejando la incertidumbre entre los entrenadores de baloncesto universitario. Con el acuerdo “House vs. NCAA” aprobado en junio, las escuelas ahora pueden pagar a los atletas directamente, agregando confusión sobre la regulación de los acuerdos de NIL (nombre, imagen y semejanza) por parte de la recién creada Comisión de Deportes Universitarios (CSC).

En julio, la CSC rechazó algunas transacciones respaldadas por colectivos, declarando que los acuerdos debían ser entre jugadores y empresas que vendieran productos al público. Poco después, se permitió que los colectivos funcionaran como negocios de terceros, pero la orden ejecutiva de Trump complicó nuevamente el panorama. Un memorando de los abogados del acuerdo “House” aclaró que los acuerdos de colectivos deben ser por promociones o respaldos de productos vendidos al público, pero sigue sin estar claro si podrán generar ingresos comparables para los jugadores.

La incertidumbre sobre los fondos disponibles de los colectivos ha ralentizado el reclutamiento de la clase de 2026. Los entrenadores se han enfocado en la transferencia de jugadores con experiencia, postergando la atención a los nuevos reclutas. Los jugadores como Deron Rippey Jr. y Jalen Montonati no han discutido detalles financieros con los entrenadores, dado que aún se están adaptando a las regulaciones en constante cambio. La situación lleva a los programas a considerar enfoques similares a los de la NBA para construir sus plantillas, diversificando las valoraciones de los jugadores en lugar de concentrarse solo en los mejores nombres.

El rol crucial del portal de transferencias en el ciclo de reclutamiento también ha influido en esta dinámica. Los equipos se están volviendo más dependientes de jugadores con experiencia universitaria, lo que reduce el interés en los prospectos de secundaria. Este enfoque combinado con las regulaciones de NIL ha complicado el mercado actual, conduciendo a una necesaria adaptación en las estrategias de reclutamiento de baloncesto universitario. El presidente de la NCAA, Charlie Baker, destacó la necesidad de transparencia en las compensaciones NIL, mientras los entrenadores vigilan de cerca los desarrollos dentro de esta nueva era de reparto de ingresos.

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