El Pro Football Hall of Fame en Canton, Ohio, alberga una impresionante colección de 25,000 artefactos, 40 millones de documentos y 6 millones de fotografías relacionadas con la NFL. Según Jon Kendle, archivista del Hall of Fame, los artículos más únicos son los que más destacan. “Es fácil pedir una camiseta o un par de zapatos,” dijo Kendle. “Pero necesitamos pensar fuera de lo común y recoger elementos únicos que puedan contar una historia.”
El objetivo del museo es honrar a los grandes del juego, preservar la historia del fútbol americano y promover sus valores. Cuando los Houston Texans y los Chicago Bears se enfrenten en Canton, comenzará una nueva temporada y una nueva fase en la documentación de la historia de la NFL. El proceso de recopilación de objetos importantes empieza con una lista maestra que se actualiza con posibles hitos y récords a alcanzar durante la temporada.
Las relaciones establecidas durante años juegan un papel crucial para obtener artefactos únicos en momentos inesperados. Por ejemplo, cuando el quarterback de los New Orleans Saints, Taysom Hill, alcanzó un hito con su décimo touchdown de recepción en la Semana 9, el Hall of Fame obtuvo su camiseta, zapatos y muñequeras para exhibirlos. De manera similar, el auricular y un balón de juego del entrenador de los Pittsburgh Steelers, Mike Tomlin, fueron recogidos cuando superó a Bill Parcells en la lista de victorias de todos los tiempos.
El Hall of Fame también se esfuerza en equilibrar su colección limitando las solicitudes a ciertos equipos y eventos. Cuando un artículo se recibe y se expone, eventualmente se mueve a los archivos controlados por clima para su preservación. “Tratamos estos objetos como piezas de arte invaluables,” explicó Kendle. Con cada nuevo hito en la NFL, el Hall of Fame busca conectar el pasado y el presente, mostrando artefactos que celebran los logros de los jugadores actuales en relación con los íconos del pasado.
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