Este verano, el Manchester United no solo se enfocó en renovar su plantilla de jugadores, sino también en reestructurar completamente el cuerpo técnico de Erik ten Hag. Se fue el antiguo equipo de entrenadores y llegaron nuevas caras, no precisamente desconocidas. Entre las nuevas incorporaciones destaca Ruud van Nistelrooy, legendario goleador del club, quien asumió el rol de asistente después de dirigir al PSV Eindhoven. A él se unieron Rene Hake, exentrenador del Go Ahead Eagles, y Andreas Georgson, quien dirigía al Lillestrom en Noruega.
Asimismo, Steve McClaren, con una vasta experiencia como entrenador en diferentes países y roles, dejó su puesto para liderar la selección de Jamaica. Esta decisión resultó en una academia de entrenamiento llena de nuevas voces, eliminando cualquier rastro del antiguo equipo, salvo Ten Hag. Aunque podría parecer arriesgado juntar a tantos exentrenadores acostumbrados a imponer su criterio, el club cree que esto refuerza la posición de Ten Hag al estar rodeado de grandes personalidades y buenos técnicos.
Pese a que la temporada pasada de United fue caótica, la gerencia confía en este “reinicio”. INEOS, la empresa detrás de la revisión del club, sintió la necesidad de renovar al cuerpo técnico para distanciarse de la campaña anterior, en la que el equipo terminó octavo en la Premier League. Ruud van Nistelrooy y los nuevos entrenadores están claramente al tanto de sus roles específicos, fortaleciendo la estructura de trabajo decidida por Ten Hag.
La pretemporada en Los Ángeles ha sido un alivio para los jugadores, quienes han apreciado la atmósfera más relajada y la ubicación conveniente del hotel. Los entrenamientos en la UCLA se han centrado en estrategias específicas, mostrando la atención al detalle de entrenadores como Van Nistelrooy y Hake. La esperanza es que estos cambios fuera del campo se traduzcan en éxito dentro del mismo.
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