Ohio State llega a Ann Arbor con un récord perfecto de 11-0, buscando un título del Big Ten y con esperanzas de que su mariscal de campo Julian Sayin gane el Heisman. Por otro lado, Michigan, clasificado en el puesto 18 y con cuatro victorias consecutivas, quiere arruinar la temporada perfecta de los Buckeyes. La verdadera pregunta en este enfrentamiento es si Michigan puede superar los límites que Ohio State impone.
A pesar de tener un sólido juego de carrera liderado por Jordan Marshall y Justice Haynes, Michigan enfrenta el desafío de que Haynes es dudoso para el partido. Esto hace que su ya neutralizable juego de carrera sea aún más vulnerable, algo que Oklahoma y USC ya han explotado. Defensivamente, Michigan presiona pero no intimida, y su cobertura es débil ante equipos con eficiencia de pase, lo que les ha costado en partidos previos.
Las expectativas para Ohio State son grandes, con una defensa que ahoga a los oponentes y limita las anotaciones en la zona roja. Michigan tendrá que dominar desde el principio y aprovechar errores de Ohio State, algo difícil frente a receptores como Jeremiah Smith. Las estadísticas favorecen a Ohio State, que sobresale en todas las categorías clave en comparación con Michigan.
En cuanto a las apuestas, Ohio State tiene una línea de -9.5, y su historial reciente respalda su capacidad para cubrir esta diferencia. Michigan, aunque ha cubierto en enfrentamientos anteriores, enfrenta una dura tarea al intentar superar a un equipo tan equilibrado y dominante como Ohio State, especialmente en su propia casa.
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