El equipo de los Dodgers enfrentaba una mala racha de cuatro derrotas consecutivas contra los Padres, quienes habían ganado cinco juegos seguidos y se acercaban peligrosamente en la división. Con una destacada actuación, Clayton Kershaw lanzó seis entradas permitiendo solo una carrera, ayudando a su equipo a obtener una victoria de 3-2 en el Dodger Stadium.
La ventaja de nueve juegos que los Dodgers tenían en la División Oeste de la Liga Nacional seis semanas antes había desaparecido, empatando nuevamente con los Padres. Se avecinan cinco enfrentamientos más entre ambos equipos en los próximos nueve días. Dave Roberts, el manager de los Dodgers, destacó la importancia de tener a Kershaw en el montículo en una noche crucial.
A pesar de sus cirugías en la rodilla y el pie en la temporada baja, Kershaw se reincorporó a la rotación de los Dodgers en mayo, mostrando estabilidad a pesar de las lesiones recurrentes del equipo. En sus últimas salidas, ha permitido solo dos carreras en tres juegos consecutivos de seis entradas. En este enfrentamiento, su control fue notable, utilizando solo 76 lanzamientos.
El juego comenzó con la noticia de la lesión de Max Muncy, sumándose a otros jugadores en la lista de inactivos. Los Dodgers también necesitaban contribuciones del recién llegado Teoscar Hernández, quien añadió una carrera crucial con un jonrón. El bullpen, aunque limitado, logró contener a los Padres en las entradas finales, garantizando la tan necesitada victoria.
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