Con dos peleas por el título, un público entusiasta y grandes apuestas a lo largo de una cartelera de 14 combates, UFC 304 promete ser un evento lleno de drama en Manchester, Inglaterra. Leon Edwards y Tom Aspinall, ambos ingleses, buscarán defender sus títulos de peso welter e interino de peso pesado, respectivamente, frente a los dignos contendientes Belal Muhammad y Curtis Blaydes. Estas peleas son revanchas, pero los combates anteriores no dejaron claro quién saldrá victorioso esta vez. Además, 13 luchadores del Reino Unido competirán en la arena Co-op Live, creando una atmósfera eléctrica para los aficionados.
El evento principal y la pelea coestelar tendrán lugar en horario inusual, comenzando a las 3 a.m. hora local, lo que podría afectar a los luchadores. En UFC 204, el comienzo a las 5 a.m. no impidió la gran actuación de Michael Bisping, pero algunos fanáticos se quedaron dormidos durante la cartelera. Ahora, casi ocho años después, los campeones ingleses Edwards y Aspinall se enfrentarán a desafíos similares, y queda por verse cómo influirá el horario en su desempeño y en la energía del público local.
Tom Aspinall tiene una gran oportunidad de aumentar su popularidad enfrentándose a Curtis Blaydes. Si Aspinall gana su octavo combate consecutivo, su camino hacia convertirse en la estrella más grande de Gran Bretaña estará prácticamente asegurado. Además, otro luchador británico con un potencial estelar es Paddy Pimblett, quien tendrá su prueba más difícil hasta ahora contra King Green. Si Pimblett gana, podría seguir una trayectoria similar a la de Conor McGregor.
Las redes sociales podrían estallar si Aspinall gana y menciona a Jon Jones o Alex Pereira como posibles oponentes. Edwards y Aspinall buscarán defender sus títulos en una noche que podría redefinir sus carreras y confirmar el ascenso de nuevos talentos británicos como “Paddy the Baddy” Pimblett y “Meatball Molly” McCann. Además, el combate entre Muhammad Mokaev y Manel Kape en la división de peso mosca podría determinar al próximo contendiente al título, consolidando aún más la presencia británica en el mundo de las MMA.
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