La WNBA entra en la segunda mitad de su temporada con el inicio el martes, destacando a los Minnesota Lynx, New York Liberty y Phoenix Mercury como serios contendientes al título. Sin embargo, una gran pregunta fuera de la cancha sigue presente: ¿podrán la WNBA y la asociación de jugadoras acordar un convenio colectivo este año, especialmente con el draft de expansión y la gran agencia libre de 2026 en el horizonte? Recientemente, las jugadoras han resaltado las negociaciones laborales, logrando el apoyo de los aficionados.
Después del receso del All-Star, cada equipo enfrenta desafíos. Los Lynx, con marca de 20-4, destacan por su fuerte ofensiva y defensa, pero su vulnerabilidad podría estar en depender demasiado de Napheesa Collier. Los Liberty, en busca de alcanzar a los Lynx, reciben un impulso positivo con el regreso de Jonquel Jones y la incorporación de Emma Meesseman.
El Phoenix Mercury, con un récord de 15-7, necesita que Satou Sabally y Kahleah Copper se recuperen de sus lesiones para mantener sus aspiraciones al campeonato. Los Indiana Fever deben manejar con cuidado la recuperación de Caitlin Clark, quien se enfrenta a una lesión en la ingle. Su participación futura será crucial para las aspiraciones del equipo.
Otros equipos, como los Seattle Storm y Las Vegas Aces, tienen sus propias preocupaciones. Los Storm dependen de una mejor ofensiva de Ezi Magbegor, mientras los Aces esperan que NaLyssa Smith alivie la presión sobre A’ja Wilson. Los equipos restantes, como los Valkyries y los Sparks, también enfrentan retos clave mientras luchan por mejorar sus posiciones en la liga.
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