Chris Paul y los Clippers han decidido separar sus caminos. El miércoles, el base de 40 años fue enviado de regreso a Los Ángeles desde Atlanta, tras firmar un contrato de un año con el equipo en julio. En los Clippers, donde jugó seis temporadas entre 2011 y 2017, ha tenido un bajo rendimiento con un promedio de 2.9 puntos y 3.3 asistencias por partido en 16 juegos. Los Clippers, con un récord de 5-16, están considerando opciones como un posible despido o acuerdo de compra debido a las restricciones de intercambio hasta el 15 de diciembre.
El mal desempeño colectivo de los Clippers, sumado a la lesión de Bradley Beal, ha dificultado la temporada. Paul fue informado de que jugaría un papel secundario y no siempre estaría en la rotación, pero sus contribuciones no han cumplido con las expectativas. El equipo había contratado a varios veteranos con la esperanza de asegurar éxito en los playoffs, pero los resultados han sido decepcionantes, y la salida de Paul parece ser una decisión estratégica de la gerencia.
El futuro de Paul podría vincularlo a otros equipos como los Lakers, aunque no hay un ajuste claro debido a limitaciones de plantilla y consideraciones fiscales. Si la temporada termina siendo la última de Paul, su legado en la NBA será de un base excepcional, conocido por su liderazgo y habilidad para manejar el juego. Paul se retira en 2026, dejando una huella significativa como uno de los mejores bases de juego puro de la liga.
Mientras los Clippers enfrentan desafíos significativos y buscan redirigir su temporada, las perspectivas de mejora son inciertas. Aunque han tenido momentos difíciles, todavía existe la posibilidad de ascender en la clasificación, aunque eso requerirá superar importantes obstáculos en el desarrollo de su plantilla y estrategia de juego.
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