El US Open marcó el fin de la relación profesional entre Daniil Medvedev y su entrenador Gilles Cervara. Tras una derrota en primera ronda, Medvedev decidió que era momento de concluir el vínculo. A lo largo de una temporada en la que el ex número uno del mundo no logró su mejor rendimiento, especialmente en las grandes citas, la relación parecía haberse desgastado.
Gilles Cervara, tras ocho años al lado de Medvedev, compartió sus impresiones sobre el final de su colaboración. Admitió que seguir habría sido un riesgo, aunque lamentó la forma en que terminó el vínculo. Según el entrenador, desde Melbourne las cosas empezaron a decaer, convirtiéndose en una etapa de reconstrucción que se extendió toda la temporada sin recuperar el éxito.
Los resultados del jugador no fueron satisfactorios, poniendo en evidencia posibles problemas en la relación. Después de Wimbledon, Cervara comprendió que se necesitaban cambios significativos si la situación no mejoraba en el verano. Esta falta de éxito llevó a cuestionar la dinámica existente en el equipo.
Finalmente, después del US Open, Medvedev sugirió probar algo distinto tras ocho años juntos. Cervara estuvo de acuerdo, reconociendo que era necesario un cambio para revitalizar tanto al jugador como la relación profesional. Consideró natural el desenlace, aunque lamentó que terminaran de esta manera.
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