En Nashville, el mariscal de campo de los Titans, Cam Ward, ha avivado al equipo con su tendencia al trash-talk, motivando especialmente a la ofensiva. Este comportamiento culminó en un altercado con el liniero defensivo Jeffery Simmons durante un entrenamiento el lunes. Ward habló con la prensa sobre el incidente el miércoles, mostrando una actitud relajada y diciendo: “Jeff es fuerte como un demonio. Fue divertido y creo que era justo lo que necesitábamos. Disfrutamos competir, y me alegra tenerlo como compañero.”
El conflicto surgió después de que Ward lanzara un pase de touchdown a Calvin Ridley y celebrara con su habitual gesto de “Zombieland” frente a Simmons, a quien empujó previamente. Simmons respondió empujando con ambas manos el casco de Ward, lo que provocó que la línea ofensiva defendiera a su mariscal de campo. La rivalidad entre Ward y Simmons ya había sido augurada cuando se conocieron en el minicampo.
El entrenador de los Titans, Brian Callahan, no le dio demasiada importancia al incidente, señalando que no había necesidad de expulsar a ninguno de los jugadores del entrenamiento. Callahan describió que si el mariscal de campo participa voluntariamente en la confrontación, es responsable de ello. Simmons, por su parte, minimizó el altercado, comentando que “es parte del campamento de entrenamiento, y a veces los ánimos se caldean.”
Finalmente, Simmons expresó su respeto por la ofensiva del equipo por defender a su mariscal de campo. “Al final del día, somos una familia y ya superamos el incidente,” añadió. Ambos jugadores parecen determinados a dejar atrás el altercado y concentrarse en el juego.
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