El receptor Amon-Ra St. Brown, a pesar de una lesión en el tobillo que le impedía caminar la semana pasada, declaró que haría “lo que fuera necesario para estar en el campo” contra los Dallas Cowboys el jueves por la noche. Activado horas antes del partido, St. Brown logró seis recepciones para 92 yardas, incluyendo una jugada crucial en el último cuarto que ayudó a los Lions a vencer a los Cowboys 44-30 y mantener vivas sus esperanzas de playoffs.
“No sabía si jugaría hasta el miércoles debido al esguince”, comentó St. Brown. “Independientemente de nuestro récord, tenía que estar allí para mi equipo. Estar disponible es la mejor habilidad”. El entrenador Dan Campbell elogió a St. Brown, llamándole “raro” por su determinación de no fracasar, destacando cómo se sobrepuso a las expectativas de recuperación gracias al trabajo del equipo médico.
St. Brown no practicó durante la semana previa al juego crítico que enfrentó a dos equipos que buscan un lugar en los playoffs. “Solo descansé. Con estas lesiones no se puede hacer mucho. Estuve mucho tiempo en la sala de entrenamiento”, explicó. La lesión ocurrió en el partido contra los Packers en Thanksgiving, pero con la ayuda del personal médico, logró recuperarse más rápido de lo esperado.
Después de la victoria, St. Brown salió del vestuario con un balón conmemorativo tras establecer un nuevo récord de más recepciones (511) en cinco temporadas, superando a Michael Thomas. “Estoy agradecido. Gracias a mis compañeros, entrenadores y todos. No podría haberlo logrado sin ellos”, afirmó. Con este triunfo, las probabilidades de playoffs de los Lions aumentaron del 43% al 56%, siendo este su 15º triunfo consecutivo tras una derrota, igualando una racha histórica en la NFL.
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