La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, está decidida a cerrar un acuerdo para que los Commanders regresen a la ciudad, manteniéndose firme a pesar de las amenazas del presidente Donald Trump. Trump ha sugerido bloquear el acuerdo de construcción del estadio si el equipo no retoma su antiguo nombre. La propuesta aún requiere la aprobación del Consejo del D.C., que discutirá el tema el 29 y 30 de julio.
El presidente Trump intervino recientemente en redes sociales, demandando que el nombre anterior del equipo sea una condición para construir el nuevo estadio en tierras federales arrendadas a la ciudad por 99 años. Bowser, sin embargo, dijo que ha hablado varias veces con Trump quien elogió el sitio potencial para el estadio, destacando que es el mejor que ha visto.
El contrato de $3.7 mil millones incluye una aportación de $2.7 mil millones por parte del equipo y planea desarrollar comercios, viviendas y un complejo deportivo. El Consejo del D.C. necesita dar su luz verde, y los Commanders esperan inaugurar el estadio en 2030 para albergar la Copa Mundial Femenina. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que la posición de Trump sobre el cambio de nombre es seria.
A pesar de las tensiones, Bowser sigue optimista sobre concretar el acuerdo sin interferencias adicionales. “Estamos en la etapa final y es crucial llevarlo a término. Tenemos una oferta excelente y es momento de que el consejo la apruebe”, afirmó Bowser, mostrando confianza en que las negociaciones no se verán obstaculizadas.
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