Aguirre celebra un año en su tercera etapa con México pero aún no resuelve la ofensiva

Después de más de un año de su regreso a la selección mexicana, Javier Aguirre continúa en la búsqueda de una solución para la falta de efectividad ofensiva del equipo. El “Vasco”, quien anteriormente dirigió al Tri en los Mundiales de 2002 y 2010, tendrá la oportunidad de mejorar este aspecto en el partido contra Corea del Sur, un amistoso preparativo hacia el Mundial 2026. Aguirre enfatizó en una rueda de prensa en Nashville la importancia de ser más atrevidos en el juego sin perder el orden defensivo.

México llega al enfrentamiento tras un empate sin goles contra Japón en Oakland, donde, aunque el desempeño general no fue malo, la falta de profundidad ofensiva fue evidente. Aguirre destacó que estos partidos amistosos son útiles para evaluar jugadores de cara a la lista mundialista, a pesar de que a veces la evolución no se refleja en los resultados finales. Desde su retorno, Aguirre ha logrado restaurar el orden defensivo, lo que fue clave para ganar la Liga de Naciones y la Copa Oro este año. En 18 encuentros dirigidos, México no ha recibido goles en 11.

Aguirre reafirmó la importancia de construir una base sólida en defensa, apuntando que en España se dice que los edificios se construyen desde la base. Su enfoque en mantener una estructura y orden en el equipo es algo que valora profundamente. El entrenador busca resolver la falta de gol, un problema persistente desde el periodo del argentino Gerardo Martino. Ha experimentado con diferentes tácticas, incluyendo el uso de Raúl Jiménez y Santiago Giménez juntos, pero no se compromete con un sistema único.

En el próximo enfrentamiento contra Corea del Sur, Aguirre tiene planificada la alineación, aunque no compartió detalles específicos sobre los cambios, salvo la baja del volante Edson Álvarez, lesionado en el partido contra Japón. Esta estrategia se alimenta del deseo de mejorar la agresividad del juego manteniendo al equipo sólido en defensa.

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