Dontay Corleone tiene una conexión profunda con Cincinnati, su ciudad natal, donde se convirtió en una estrella defensiva para los Bearcats. A pesar de haber conseguido un acuerdo por el cual gana $2 por cada hamburguesa “The Godfather” vendida en el bar Bucketheads, el verdadero valor para Corleone siempre ha sido el lazo con su comunidad, más que el dinero. Este joven de 335 libras, conocido por su lealtad, enfrentó un diagnóstico grave que amenazó con terminar su carrera: coágulos sanguíneos en el pulmón. Pero su conexión con Cincinnati lo motivó a seguir adelante.
En el verano de 2024, tras lograr un rendimiento destacado en 2023, Corleone recibió el diagnóstico de una embolia pulmonar, lo que puso en riesgo su futuro en el fútbol. Durante los días más oscuros, sintió el apoyo constante de su madre y el personal médico de la Universidad de Cincinnati, quienes trabajaron incansablemente para devolverle la esperanza. Esa conexión valiosa con su ciudad y su familia lo impulsó a creer en su recuperación, a pesar de la incertidumbre inicial.
Corleone volvió a jugar menos de tres meses después de su diagnóstico. Aunque la temporada no fue como esperaba, con Cincinnati perdiendo cinco partidos consecutivos, él valoró la oportunidad de volver al campo. Inspirado por Trey Smith, exjugador que también superó problemas de coágulos, Corleone comenzó a percibir sus problemas de salud como algo a enfrentar, no como una debilidad. Ahora, colabora semanalmente con el equipo médico para cuidar cada aspecto de su salud.
Recientemente, Cincinnati inauguró un nuevo centro de rendimiento, y Corleone fue una figura clave en la ceremonia, reflejando su evolución personal y profesional. El amor por su ciudad lo llevó a comprar una casa cerca de donde creció, planificando un futuro donde espera recompensar a su madre con la casa de sus sueños tras su ingreso a la NFL. Para Corleone, más allá de cualquier contrato, formar parte de Cincinnati es un legado que aprecia y enriquece con cada paso en su carrera.
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