El talento joven está transformando la WNBA. Las novatas Caitlin Clark y Angel Reese impactaron de inmediato la temporada pasada, y los jugadores de primer año de 2025 siguen su ejemplo. Este verano, Paige Bueckers, Sonia Citron y Kiki Iriafen fueron seleccionadas All-Stars, mientras que Dominique Malonga ha roto récords de producción en la liga siendo adolescente. Este año, hay más All-Stars menores de 25 años desde 2011, destacando los drafts de 2024 y 2025.
Caitlin Clark, de Indiana Fever, ha jugado solo 13 partidos debido a lesiones, pero su impacto es notable con promedios de 16.5 puntos, 8.8 asistencias y 5.0 rebotes. Paige Bueckers de Dallas Wings también ha destacado en su primer año, mostrando eficiencia al promediar 19 puntos y 5 asistencias, además de ser la primera jugadora en anotar más de 40 puntos con un 80% de eficiencia. Ambas jugadoras proyectan un futuro brillante en la liga.
Aliyah Boston, también de Indiana Fever, es crucial para el éxito del equipo. A pesar de las lesiones, ha logrado mantener la estabilidad del equipo con un promedio de 15.2 puntos y una eficiencia del 54.6% en tiros de campo. Dominique Malonga del Seattle Storm ha mostrado un potencial inmenso, promediando 13.5 puntos y 7.4 rebotes a los 19 años, y se perfila como una futura MVP.
Otras jóvenes promesas, como Angel Reese de Chicago Sky y Sonia Citron de Washington Mystics, han mostrado grandes avances. Reese ha mejorado su eficiencia y juego ofensivo, mientras que Citron ha emergido como la principal anotadora de Washington. Estas jugadoras prometen ser pilares en la WNBA en los próximos años.
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