El debut de España en el Mundial de Inglaterra estuvo marcado por la valentía y el orgullo de las Leonas frente a las imponentes Black Ferns de Nueva Zelanda. Aunque el marcador quedó 54-8 en contra, Inés Antolínez logró un histórico ensayo, el primero que España consigue frente al equipo neozelandés. Este logro es un premio al esfuerzo defensivo y la perseverancia de las jugadoras españolas, que durante ocho años han trabajado sin descanso. La capitana Bimba instó a su equipo a no rendirse, y lo hicieron.
En el York Community Stadium, el ambiente se llenó de emoción al ver la haka de las Black Ferns, una danza tradicional que refleja su unidad y fuerza. Las españolas, respondiendo al gesto, se alinearon abrazadas, menos confrontativas que otros equipos que han replicado la danza con movimientos más desafiantes. La puesta en escena de Nueva Zelanda fue impresionante, bloqueando rápidamente un intento de ataque de España, pero las Leonas respondieron con una defensa tenaz.
Jorja Miller, una jugadora excepcional, deslumbró con su habilidad. Combinando fuerza y velocidad, superó la defensa española para abrir el marcador a los 13 minutos. Continuó demostrando su destreza con un segundo ensayo, aprovechando su capacidad para crear oportunidades de ataque. Mientras tanto, España logró un momento de posesión prometedor en la zona de 22 metros del rival, pero solo pudieron sumar tres puntos con un tiro a palos de Peña antes del descanso, dejando el marcador 21-3.
En la segunda mitad, las Leonas siguieron luchando, pero Ayesha Leti-I’iga, clave en la final de 2022, aumentó la ventaja de las Black Ferns con otro ensayo. El equipo español intentó avanzar nuevamente, pero las neozelandesas reafirmaron su dominio con ensayos adicionales, incluyendo otro de la legendaria Portia Woodman. A pesar del resultado, España mostró determinación y resistencia. Ahora, sus próximos desafíos serán más accesibles, enfrentando a Irlanda y Japón en los siguientes encuentros.
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