El ascenso de Vince Young a la leyenda de Texas comenzó en Ohio State. El 10 de septiembre de 2005, el exmariscal Vince Young lanzó un pase de touchdown de 24 yardas a Limas Sweed, llevando a Texas, clasificado en el número 2, a vencer al número 4, Ohio State, en Columbus. Young, cansado de la apatía de sus compañeros, dejó un mensaje en el vestuario retándolos a entrenar más en serio para vencer a Ohio State. Este liderazgo transformó el equipo, estableciendo la base para una de las mejores temporadas en la historia del fútbol universitario.
Young terminó la temporada como subcampeón del Trofeo Heisman detrás de Reggie Bush, pero su año estuvo lleno de momentos icónicos, empezando con la victoria en Ohio State y finalizando contra USC. Texas tuvo que superar a un Ohio State lleno de aspiraciones al título. “Ese equipo de Ohio State estaba lleno de estrellas”, dijo el defensa Michael Griffin de Texas. Dos décadas después, el duelo entre Texas y Ohio State sigue siendo significativo.
El 30 de agosto, Texas regresó a Columbus para otro enfrentamiento de equipos del top cinco en 2025, con Arch Manning liderando como mariscal de campo. “Veo similitudes entre Arch y Vince; está todo listo igual”, señaló Selvin Young. Durante la temporada 2005, los entrenamientos de Texas a menudo se tornaban intensos, reflejando el carácter competitivo y decididamente relajado de Young. Sus compañeros aprendieron a trabajar más duro, buscando siempre la perfección.
Texas, dirigida por Mack Brown, y Ohio State, bajo Jim Tressel, tenían dos de las mejores clases de reclutamiento de su tiempo. En 2005, el partido puso a la prueba a los talentos que ambos equipos habían acumulado. Al final, Vince Young logró superar a Ohio State con una jugada memorable que contribuyó a asegurar un campeonato nacional para los Longhorns aquella temporada. Young se convirtió en una leyenda, cementando su legado con una victoria histórica en el Rose Bowl contra USC.
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