Las sagas de Isak, Højlund y Guéhi revelan que la lealtad en el fútbol es escasa

En el fútbol, la lealtad es una virtud escasa, y la situación de Alexander Isak con Newcastle United es un ejemplo reciente. Este delantero sueco no ha jugado para su equipo durante el verano, intentando forzar un traspaso al Liverpool. Esta actitud ha desencadenado una fuerte reacción de los fanáticos, quienes lo han calificado de “Judas” y “avaricioso”. Pero, como siempre, hay dos caras de la moneda.

Jugadores como Rasmus Højlund de Manchester United y Marc Guéhi de Crystal Palace también conocen bien el otro lado de la lealtad en el fútbol. Mientras que Isak busca salir de su club, Højlund y Guéhi enfrentan clubes que quieren venderlos por beneficios económicos, a pesar de su deseo de quedarse. El fútbol, al final, es un negocio, y tanto jugadores como clubes buscan sus propios intereses.

Isak, con su desempeño, ha sido esencial para el éxito reciente de Newcastle, contribuyendo a la clasificación para la UEFA Champions League y a ganar un trofeo después de siete décadas. A pesar de esto, no ha recibido un nuevo contrato lucrativo, lo que podría justificar su deseo de buscar nuevas oportunidades. Este dilema no es nuevo y ha afectado a otros jugadores como Harry Kane y Robin van Persie en el pasado.

Finalmente, ejemplos como Raheem Sterling en Chelsea ilustran cómo los clubes pueden tratar a los jugadores como simples activos. Mientras Sterling enfrenta ser forzado a salir, Isak ejerce su poder para conseguir lo que quiere. En el fútbol, la lealtad es efímera y, aunque la afición se mueve por emociones, tanto jugadores como clubes siempre miran por sus propios intereses.

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