Según la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la nueva regla de Oportunidades de Desarrollo y Mejora Adicionales (ADUO) trae varios beneficios. Después de cinco o seis carreras cada temporada, se evaluará el rendimiento de cada fabricante de unidades de potencia. Aquellos cuya potencia del motor de combustión interna (ICE) sea más de un 3% inferior al mejor, obtendrán concesiones: mayor presupuesto para desarrollo, más horas de prueba y la posibilidad de homologar de nuevo el motor. También se desarrollará un sistema de seguridad adicional para los fabricantes con problemas de fiabilidad.
Si un equipo supera un número determinado de motores averiados, las nuevas reglas permiten que estos motores extra cuenten menos en el límite presupuestario, sin alterar su costo real. Además, se planean cambios más amplios: autos y neumáticos más pequeños, eliminación de aditamentos aerodinámicos y uso de combustible sintético para reducir la contaminación. A pesar de que estos ajustes buscan mejorar la competitividad, algunos fanáticos temen que puedan afectar negativamente la velocidad de los autos.
¿Serán los autos de Fórmula 1 más lentos en 2026? Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA, responde que sí, aunque esto no significa un retroceso en rendimiento. Según él, “en la historia de este deporte ha habido periodos con tiempos por vuelta más lentos, pero esto no ha perjudicado a la F1. Uno se acostumbra rápido, y estas diferencias son casi imperceptibles desde fuera.”
Además, Tombazis mencionó que las simulaciones sugieren que los coches serán entre uno y dos segundos y medio más lentos por vuelta. Sin embargo, los equipos desarrollarán los coches rápidamente, haciendo que pronto nadie se queje de la lentitud. Aseguró que no se alcanzarán los niveles de la Fórmula 2, que es entre 10 y 15 segundos más lenta por vuelta que la actual generación de F1.
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