En el mundo del fútbol fantasy, a menudo se repite el lema “borrador de habilidades, no oportunidades”. Este enfoque enfatiza seleccionar jugadores con talento bruto que eventualmente serán recompensados con más oportunidades en sus equipos. Un ejemplo reciente es Chase Brown de los Bengals, quien, tras ser elegido en la ronda 12 el año pasado, aprovechó una lesión de un compañero para destacarse con 20.6 puntos de fantasy por juego.
Para aquellos que planifican sus estrategias de draft o listas de seguimiento, considerar jugadores similares a Brown podría resultar beneficioso. Sin embargo, no todos los jugadores alcanzan ese nivel. Un ejemplo es Isaiah Likely, de los Ravens, quien a pesar de promediar 12.9 puntos en juegos donde ha tenido más protagonismo, aún no ha consolidado un papel principal.
Matt Bowen y Tristan H. Cockcroft han identificado jugadores que podrían brillar en 2025, como Trey Benson de los Arizona Cardinals. Aunque tuvo un inicio lento como novato, mostró un potencial prometedor antes de una lesión. Con un veterano como James Conner cerca del final de su carrera, las habilidades de Benson podrían convertirlo en un jugador destacado en ligas fantasy.
Otros nombres a tener en cuenta incluyen a Jayden Higgins de los Texans, quien con su imponente físico podría desafiar a los cornerbacks contrarios, y Blake Corum de los Rams, con una trayectoria universitaria destacada que respalda su potencial. Cada uno de estos jugadores tiene la capacidad de influir significativamente en sus equipos si las oportunidades surgen.
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