Clemson y su entrenador Dabo Swinney se preparan para volver a la cima del fútbol universitario, con Cade Klubnik como el mariscal de campo clave para sus aspiraciones al campeonato nacional. En medio de un entorno cambiante marcado por transferencias y pagos NIL, Swinney mantiene una cultura de lealtad y continuidad en Clemson que ha permitido al equipo prosperar. Klubnik destaca cómo este enfoque diferente le ha permitido conocer a toda la comunidad del equipo, desde entrenadores hasta el personal del comedor.
A pesar del escepticismo sobre el rechazo de Swinney al portal de transferencias, Clemson ha construido un equipo fuerte, con jugadores que permanecen durante años. Con jugadores experimentados como Walker Parks y receptores talentosos regresando, Clemson es favorito para ganar la ACC y competir por el campeonato nacional. Swinney cree que su programa está preparado para el “caos” del fútbol universitario actual, y ve similitudes con la estabilidad de un equipo de secundaria.
La fidelidad de Swinney a sus jugadores se refleja en su confianza en Klubnik, quien después de un año desafiante en 2023, emergió como un favorito para el trofeo Heisman gracias a la confianza que el entrenador depositó en él. Klubnik y Swinney comparten una relación basada en la creencia en el potencial de los jugadores, evitando buscar soluciones rápidas en el portal. Clemson inicia la temporada contra LSU, con expectativas de un gran rendimiento gracias a su plantilla cohesiva y experimentada.
Swinney mantiene sus valores de educación, disciplina y familia desde que asumió como entrenador en 2009. Pese a que se ha adaptado a cambios en su personal y en el reclutamiento, su enfoque se centra en desarrollar jugadores desde la escuela secundaria. Con una alta retención de jugadores y éxito en la graduación, Clemson sigue siendo un programa relevante y respetado, resistiendo la presión de cambiar su modelo en medio de transformaciones en el deporte universitario.
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