Durante la competencia, Charles Leclerc fue crítico con Ferrari, pero luego suavizó sus declaraciones. Inicialmente, expresó su frustración por radio, sugiriendo que Ferrari le había costado la victoria y el podio en el Gran Premio de Hungría. Leclerc comenzó desde la pole position y terminó cuarto, perdiendo el ritmo al final de la carrera.
Leclerc, quien ha ganado solo cinco de las 27 carreras desde la pole, parecía molesto por la ejecución de la carrera. Comentó en la radio que se debían tratar ciertos temas antes de la carrera y lamentó la pérdida de tiempo durante la misma. Tras su segunda parada en boxes, expresó su frustración, sugiriendo que la situación era “inmanejable” y dudó que alcanzaría el podio.
Después de la carrera, Leclerc reconsideró sus comentarios, atribuyéndolos a un problema en el chasis del coche que surgió alrededor de la vuelta 40. Explicó que esto afectó el ritmo del vehículo, volviéndolo incontrolable hacia el final. Añadió a Sky Sports F1 que había hablado apresuradamente y que Ferrari descubrió el problema tras la carrera.
A pesar de haber conseguido la pole position el sábado, Leclerc expresó su frustración, enfatizando que Ferrari no ha sido competitivo esta temporada. Creía que el equipo tenía potencial para ganar la carrera en Hungría, y lamentó que el problema del chasis arruinara su oportunidad durante el último tramo de la misma.
Source link
