Bill Connelly, escritor de ESPN, analiza cómo los equipos de fútbol americano universitario pueden superar desafíos para convertirse en campeones. Un ejemplo legendario es el equipo de Oklahoma en 2000, que empezó con expectativas moderadas pero terminó ganando el título nacional. Desde entonces, todos los campeones han salido de un grupo limitado de favoritos.
Según Connelly, 14 equipos tienen posibilidades reales de ganar el título este año. Nueve cuentan con nuevos mariscales de campo y muchos deben reconstruir sus líneas ofensivas y defensivas. En este contexto, una “sorpresa” es menos probable, aunque no imposible, dado el alto nivel de rotación y renovación.
Entre los principales contendientes se encuentran Alabama, que busca estabilidad en el mariscal de campo, y Penn State, que destaca por su sólido equipo técnico y talentosos jugadores. También están Ohio State, con nuevos coordinadores que deben demostrar su efectividad, y Texas, que deposita grandes esperanzas en el joven Arch Manning.
Otros equipos como Clemson, Oregon y LSU enfrentan desafíos similares, como la consolidación de sus mariscales de campo y la mejora en sus líneas. La incertidumbre en los equipos es común, y las posibilidades de éxito dependen de varios “si” que, si se cumplen, podrían llevarlos a la gloria nacional.
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