En SAINT-DENIS, Francia, Quincy Hall se convirtió en el último estadounidense en deslumbrar en el atletismo olímpico con una impresionante remontada el miércoles por la noche. En la carrera de 400 metros, Hall pasó de estar en cuarto lugar a superar a tres corredores y capturar la medalla de oro, cruzando la línea en 43.40 segundos, el cuarto tiempo más rápido de la historia. Celebró la victoria haciendo ángeles de nieve en la pista. “Tengo determinación”, dijo Hall. “Eso es lo que me llevó a esa línea. Mucho dolor, mucho sufrimiento”.
Hall superó al británico Matthew Hudson-Smith por solo 0.04 segundos, registrando ahora el quinto tiempo más rápido de la historia, mientras que el bronce fue para Muzala Samukonga de Zambia. Es el primer americano en ganar el oro en esta distancia desde LaShawn Merritt en 2008. La victoria de Hall llegó un día después de que el estadounidense Cole Hocker venciera a los favoritos en los 1,500 metros y Noah Lyles liderara solamente en los últimos instantes de los 100 metros.
La jornada también vio a Lyles avanzar a la final de los 200 metros después de terminar segundo en su semifinal. Hall, quien cría perros y ama montar a caballo, parecía fuera de la carrera en un evento donde el ritmo es crucial. Estaba a 5 metros detrás de Hudson-Smith y del campeón de 2012, Kirani James, cuando se acercaban a la última curva, pero logró revertir la situación para una emocionante victoria. “Acabo de ganar. Se acabó”, expresó Hall. “Los próximos cuatro años, puedo decir que soy campeón olímpico”.
En otros eventos, Soufiane El Bakkali defendió su oro en los 3,000 metros steeplechase, dándole a Marruecos su primera medalla de los Juegos. El estadounidense Kenneth Rooks obtuvo la plata con un récord personal de 8:06.41, mientras que el bronce fue para el keniano Abraham Kibiwot. En el lanzamiento de disco, el jamaicano Roje Stona ganó el oro con un lanzamiento récord de 70 metros, y en el salto con pértiga femenino, Nina Kennedy de Australia se llevó el oro al superar los 4.90 metros, superando a la estadounidense Katie Moon, quien ganó la plata.
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