En el abarrotado auditorio del Complejo NovaCare, el entrenador principal de los Philadelphia Eagles, Nick Sirianni, se volvió brutalmente honesto frente a su equipo, admitiendo que la responsabilidad de la debacle de la temporada pasada recaía sobre sus hombros. “No hice un buen trabajo empoderando a los jugadores”, confesó. Según una fuente del equipo en ese momento, Sirianni quería mostrar responsabilidad y enfatizar la importancia de que otros hicieran lo mismo para corregir y avanzar.
La temporada 2023 terminó en desastre para los Eagles, quienes, tras un impresionante inicio de 10-1, perdieron cinco de sus últimos seis partidos de temporada regular. Un conflicto prolongado entre Sirianni y el mariscal de campo Jalen Hurts empeoró la situación. Según fuentes de ESPN, el desacuerdo principal radicaba en divergencias sobre la visión ofensiva, con Hurts, respaldado por su nuevo contrato de $255 millones, buscando más autoridad en el sistema de juego.
Para la temporada 2024, la esperanza está en el nuevo coordinador ofensivo, Kellen Moore, para “cerrar la brecha” entre Sirianni y Hurts. Ambos han hecho esfuerzos por asumir la responsabilidad y reparar su relación durante la pretemporada, pero la verdadera prueba será durante la temporada, donde Sirianni se juega su puesto como entrenador y Hurts busca recuperar su forma de MVP.
Durante las prácticas de pretemporada, las interacciones entre Sirianni y Hurts han sido limitadas, lo que sugiere un cambio en la dinámica. Sirianni ha tomado un enfoque más indirecto con la ofensiva, permitiendo a Moore gestionar más directamente las operaciones diarias. La relación entre Hurts y Sirianni, aunque retadora, parece estar en un mejor lugar, con proyectos ambiciosos para redimir al equipo en la próxima temporada.
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