Los Chicago White Sox de 2024 están haciendo historia, lamentablemente, por las razones equivocadas. El lunes empataron el récord de la Liga Americana de derrotas consecutivas, con 21 juegos perdidos, antes de finalmente conseguir una victoria el martes por la noche en Oakland. Con casi tres cuartas partes de la temporada transcurrida, los números son impactantes: un porcentaje de victorias de .241 que los pone en camino a 123 derrotas, un récord de 28-88 que los deja 41 juegos por detrás del primer lugar en la AL Central, y una diferencia de carreras negativa de -247, la peor en la liga.
Para entender mejor esta debacle histórica, consultamos a los expertos de ESPN MLB Bradford Doolittle, Jesse Rogers y Jeff Passan. En un contexto histórico, mis simulaciones le dan un 99.9% de probabilidades a los White Sox de romper el récord de franquicia de 106 derrotas establecido en 1970. Para evitarlo, tendrían que ganar al menos 28 de los 46 juegos restantes, lo cual parece improbable tras ver la tendencia actual del equipo. Además, la probabilidad de que establezcan un récord moderno de 121 o más derrotas es del 41.9%, según mis proyecciones.
Dentro del clubhouse, la atmósfera podría ser peor, aunque es bastante sombría. Los jugadores siguen siendo profesionales, pero durante los juegos, el equipo muestra poca vida. La frustración es evidente, principalmente en los rostros de los bateadores, que no han rendido como se esperaba. Tras ser traspasado a los St. Louis Cardinals, Tommy Pham comentó sobre la frustración de enfrentar siempre a los mejores relevistas del equipo contrario debido a las numerosas ventajas desperdiciadas por los White Sox.
La causa de este colapso es multifactorial. Todo parecía prometedor hace cuatro años, con un núcleo joven y talentoso. Sin embargo, han fallado en desarrollar a esos jugadores y complementar el talento joven con fichajes de impacto en la agencia libre. La contratación de Tony La Russa como manager fue simbólica de las decisiones erróneas del equipo. Si bien hay tímidas esperanzas si Reinsdorf aumenta el presupuesto y el gerente general Chris Getz acierta en futuros fichajes y desarrollos de jugadores, la podredumbre institucional que pervade la organización augura más de lo mismo.
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