En París, donde las distracciones son abundantes y la presión olímpica aumenta, el equipo de baloncesto de Estados Unidos se enfrenta a un emocionante tramo final. Con un mantra claro: “Manténlo simple y conserva tu identidad”, los estadounidenses comienzan su semana decisiva contra Brasil en los cuartos de final. Tras jugar tres partidos en 14 días, ahora deben ganar tres en cinco días para obtener su quinta medalla de oro consecutiva.
Durante el último mes, el equipo ha perfeccionado un estilo de juego que les ha llevado a un récord perfecto de 8-0, incluyendo los juegos de exhibición. Steve Kerr, entrenador de Team USA, enfatiza la importancia de la defensa y de aprovechar el talento profundo del equipo. “Sabemos lo que se necesita para ganar un partido de FIBA”, comenta Kerr. Tres jugadores diferentes —Kevin Durant, Bam Adebayo y Anthony Edwards— han sido los máximos anotadores en los partidos jugados en Francia, destacando la versatilidad del equipo.
El enfoque principal del equipo es la eficiencia y la defensa. Diez jugadores promedian al menos siete puntos por partido, y el equipo en su conjunto tiene un impresionante porcentaje de tiros del 54%. La defensa también ha sido crucial, manteniendo a sus oponentes al 40% de precisión en tiros y solo al 29% en tiros de tres puntos, además de generar combinaciones de 16 robos y bloqueos por partido. “Así es como podemos abrumar a los equipos”, dice Stephen Curry, aunque ha tenido dificultades con su puntería en estas Olimpiadas.
De cara al partido contra Brasil, que llegó a los cuartos de final por diferencial de puntos, el enfoque estará en los rebotes. Estados Unidos ha sido ligeramente superado en rebotes por sus oponentes y Brasil promedia 13 rebotes ofensivos por partido. Kerr espera que estos intenten dominar en los tableros, pero no hay planes de cambiar radicalmente la estrategia. “Es importante mantener nuestra identidad ahora que jugamos contra los mejores equipos”, comenta Kerr, destacando la necesidad de seguir un plan de juego confiable.
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