El 1 de agosto de 2024, Angelique Kerber se despidió del tenis con un memorable partido de tres sets en los Juegos Olímpicos de París. La Embajadora de la Marca Porsche, quien logró victorias en Grand Slam en Wimbledon, Melbourne y Nueva York, llegó a ser la número 1 del mundo durante 34 semanas. Oliver Blume, CEO de Porsche, la destacó como “un modelo a seguir más allá del ámbito deportivo”.
En los Juegos Olímpicos de París, Kerber llegó hasta los cuartos de final, emocionando al público en las pistas de Roland Garros. En su último partido, enfrentó a la número 7 del mundo, Qinwen Zheng, y después de más de tres horas de juego, fue derrotada en un desempate en el tercer set. “He logrado todo lo que siempre soñé y estoy extremadamente orgullosa”, afirmó Kerber, quien decidió retirarse en el momento que consideró adecuado.
La tenista alemana más exitosa de los últimos años, Kerber, era conocida por su perseverancia y disciplina. En 2016, tuvo una súper temporada con 63 victorias y logró ubicarse en la cima del ranking mundial, siendo la primera alemana en hacerlo desde Steffi Graf. Ese año, ganó en Melbourne y Nueva York, y fue finalista en Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Río.
Kerber también tuvo una relación especial con Porsche y su torneo en Stuttgart. Celebró dos victorias en el Porsche Tennis Grand Prix y, en total, ganó 14 títulos WTA durante su carrera. En 2023, se convirtió en madre de su hija Liana y aunque regresó a las canchas en 2024, sus prioridades habían cambiado. La despedida en París fue su último gran objetivo deportivo y ahora está lista para una nueva etapa en su vida. Oliver Blume felicitó a Kerber por su carrera, destacando su personalidad y su capacidad de inspirar a los jóvenes.
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