Fiel a su estilo incansable, el español Marc Márquez apostó al límite en un adelantamiento para superar a Nicolò Bulega en la última curva de la última vuelta, lo que resultó en la caída de Bulega. Este, con los brazos extendidos, exigió explicaciones, pero Márquez consideró que su maniobra fue razonable. En su segunda experiencia con la Ducati Panigale y las gomas Pirelli, Márquez se subió al podio junto a Pecco Bagnaia, imbatible en cualquier circunstancia, y Andrea Iannone, que finalizó segundo.
“No sé si toqué a Nico, simplemente escuché el ruido cuando se deslizó”, comentó Márquez. Después del evento, se acercó a Bulega, quien se llevó como recuerdo el casco del multicampeón del mundo. “Así son las carreras cuando compites al límite. Vimos muchos contactos desde la primera curva. El adelantamiento fue natural, no sé si él frenó antes de lo habitual”, añadió el catalán en su primera participación en el evento central de la World Ducati Week, esperando repetir los próximos dos años como piloto oficial de Ducati.
En Ducati, le espera Bagnaia, quien ha ganado dos títulos consecutivos y busca el tercero. “Reconozco que Pecco es la referencia actual del equipo y la marca. Es un piloto increíble y yo llego para aprender de él y tratar de acercarme”, reflexionó Márquez, a la espera de su primera victoria con una Ducati, compitiendo de momento con la especificación del año pasado (GP23), misma que Bagnaia pilotará la próxima temporada.
Hacia la décima parada del calendario, que marca el ecuador del campeonato, Márquez, corredor de Gresini, se sitúa tercero en la clasificación general de puntos, con 56 menos que el líder Bagnaia y 46 por detrás de Jorge Martín, quien marcha segundo.
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