La presidenta del San Diego Wave FC y exentrenadora del equipo nacional femenino de Estados Unidos, Jill Ellis, ha presentado una demanda por difamación contra una exempleada del Wave que la acusó recientemente de crear un ambiente laboral tóxico. La demanda, presentada en la Corte del Condado de San Diego el lunes, alega que Brittany Alvarado, exgerente de video y creatividad del equipo, hizo declaraciones falsas y difamatorias sobre Ellis en sus redes sociales, apoyándose en un correo electrónico falso.
En sus publicaciones del 3 de julio, Alvarado afirmó que el trato de Ellis hacia ella y otros excolegas “ha sido devastador para nuestra salud mental”, acusándola de permitir comportamientos abusivos en el entorno laboral. La demanda menciona que Alvarado compartió un correo electrónico editado titulado “Patético,” que supuestamente recibió de un líder del Wave FC. Además, se alega que dos correos más provinieron de una cuenta falsa de Hotmail, pretendiendo ser de la vicepresidenta de marketing, Justyne Freud, una de ellas enviada a la comisionada de la NWSL Jessica Berman.
Ellis también acusa que se utilizó un “teléfono desechable” para enviar mensajes de texto difamatorios a una jugadora del Wave. Alvarado, por su parte, defiende su derecho a la Primera Enmienda, con sus abogados argumentando que ella está exponiendo discriminación de género y abuso emocional dentro de la organización. Los abogados de Alvarado enfatizaron la necesidad urgente de una reforma para proteger tanto al staff como a las atletas del equipo.
Las publicaciones de Alvarado alcanzaron una audiencia global y provocaron que otros ex empleados del Wave alzaran la voz sobre experiencias similares. A pesar de esto, una investigación de terceros terminada en abril de 2024 no encontró violaciones a la política de la liga. La demanda de Ellis destaca pérdidas significativas, como la cancelación de eventos en los que debía participar. La presidenta del Wave, involucrada desde la temporada inaugural del equipo en 2022, mantiene que la salud mental es una prioridad para el club y sigue defendiendo la confidencialidad de sus empleados.
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