PARÍS — Ryan Murphy ganó la medalla de bronce en los 100 metros espalda el lunes por la noche en La Defense Arena, y recibió una sorpresa inolvidable después de la ceremonia. Mientras daba la vuelta de la victoria con su medalla nueva, su esposa, Bridget Konttinen, levantó un cartel desde las gradas que revelaba el género de su futuro bebé: “Ryan, es una niña.”
Murphy confesó que no sabía que iban a tener una hija. “Esa fue la primera vez que lo supe,” dijo Murphy, de 29 años, a los periodistas. “Obviamente, sabía que estaba embarazada. Ambos pensábamos que iba a ser un niño. Todo se va a dedicar a esa pequeña niña.”
Además, Ryan expresó su emoción por ser “papá de una niña” y mencionó que prepararse para ser padre le estaba dando una nueva perspectiva sobre su carrera en la natación. “Hasta este punto, la natación ha sido realmente lo más importante en mi vida,” afirmó. “Prácticamente cada decisión importante que tomo está basada en la natación, y eso va a cambiar. Estoy realmente ansioso por lo que viene.”
La noche ya había sido especial para Murphy al convertirse en el segundo hombre en la historia en ganar tres medallas en los 100 metros espalda, habiendo ganado oro en 2016 y bronce en Tokio. Además, igualó el récord de más medallas por un hombre en eventos de espalda olímpica, previamente establecido por Aaron Peirsol en 2008, y tendrá la oportunidad de romperlo en los 200 metros espalda esta semana. En la carrera del lunes, el italiano Thomas Ceccon ganó el oro con un tiempo de 52,00 segundos y el chino Xu Jiayu se llevó la plata.
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