Rafael Nadal, quien aún tiene una oportunidad de medalla en dobles junto a Carlos Alcaraz, se resistió al dominio de Novak Djokovic durante todo el primer set y al inicio del segundo. Logró igualar el 4-0 del serbio y luchó hasta el final, mostrando su característica tenacidad.
Los aficionados presentes en las tribunas de la famosa pista Philippe Chatrier apoyaron fervientemente al español, celebrando eufóricos cada punto que Nadal ganaba. Este encuentro podría haber sido la última gran batalla individual con Djokovic, lo que añadió aún más emoción al ambiente.
El público claramente apoyaba al mallorquín, y cuando Nadal reaccionó y empató 4-4 en el segundo set, Roland Garros estalló en júbilo. Sin embargo, Djokovic se recuperó y al ganar los dos últimos juegos, acabó con cualquier esperanza de remontada, desilusionando a los seguidores de Nadal.
Djokovic celebró su triunfo llevándose la mano a la oreja y simulando tocar un violín con su raqueta, lo que provocó abucheos de los espectadores. No es la primera vez que realiza este tipo de gestos en sus partidos, recibiendo nuevamente reproches y silbidos del público.
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