PARÍS — LA OVACIÓN DE LA MULTITUD comenzó en cuanto las manos de Caeleb Dressel tocaron el agua. Con 27 años, Dressel había iniciado el tramo final del relevo 4×100 m libre masculino con casi dos segundos de ventaja sobre sus rivales en La Defense Arena. Los fanáticos estadounidenses presentes anticipaban lo que estaba sucediendo. Era el último evento de la primera noche de natación de los Juegos Olímpicos de 2024 y durante 47.53 emocionantes segundos, todas las miradas estaban puestas en él en el Carril 6.
Cuando se acercaba a la meta, sus compañeros — Jack Alexy, Chris Guiliano y Hunter Armstrong — se agrupaban alrededor del bloque de salida. Con las manos sobre las rodillas y los ojos fijos en Dressel, hacían lo posible por alentarlo hasta el final. Al tocar la pared, Dressel levantó el brazo hacia el público que rugía de emoción. Esta carrera significó su octava medalla de oro y un regreso glorioso tras un camino lleno de desafíos.
El sábado también marcó un regreso triunfal para Simone Manuel. La nadadora de 27 años lideró al equipo femenino en el relevo 4×100 m libre, logrando su mejor tiempo histórico y asegurando la medalla de plata, mientras que Australia se llevó el oro con récord olímpico. Ambos nadadores habían pasado un tiempo considerable fuera del agua desde los Juegos de Tokio, y no estaban seguros de si volverían a competir, mucho menos a ganar medallas. Sus actuaciones demostraron su capacidad y las luchas hicieron el momento aún más dulce. “Se siente bien estar de vuelta aquí,” dijo Manuel tras la carrera.
Después de su destacada actuación en Tokio donde ganó cinco medallas de oro, Dressel se retiró abruptamente del campeonato mundial en Budapest en 2022 debido a un problema médico no especificado. Pasó ocho meses cuidando su salud mental lejos de la piscina y regresó a competir en los campeonatos nacionales del pasado verano. Aunque al principio no logró clasificar para el equipo mundial de 2023, se entrenó duro en el Gator Swim Club y no se dejó vencer por los contratiempos.
Manuel, la primera mujer negra en ganar una medalla de oro individual en natación olímpica, enfrentó problemas antes incluso de Tokio. Tras su exitosa participación en Río 2016, sufrió de un sobreentrenamiento que la alejó de toda actividad física durante siete meses. Volvió a entrenar en 2022 en Arizona bajo la guía de Bob Bowman y encontró el amor por el deporte nuevamente. Ambos nadadores brillaron en los ensayos olímpicos ganando sus pruebas y clasificándose en los equipos de relevo. Sus historias de perseverancia inspiran a sus compañeros y dejando claro que los retos solo los hicieron más fuertes y determinados en su camino hacia la cima.
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