PARÍS (AP) — “Lo que pase hoy no me define a mí o mi carrera”, escribió Luisa Blanco en su cuenta de Instagram. Blanco, una gimnasta colombiana, vive intensamente cada momento sin dejarse influenciar por los puntos o las clasificaciones. Ella se permite ser definida por el sacrificio de sus padres, quienes dejaron Colombia para establecerse en California en busca de un futuro mejor. También se define por su crianza y formación académica, prefiriendo medir su éxito por su propia satisfacción personal con su trabajo.
En la tarima, Blanco mostró el talento que la llevó a ser campeona nacional universitaria en la viga de equilibrio en Estados Unidos. Fuera de la pista, mantiene su filosofía de vida, subrayando: “Aunque todo el mundo cree que hay mucha presión porque son los Juegos Olímpicos, en mi mente, es solamente gimnasia”.
A pesar de quedar en el puesto 22 a falta de 16 gimnastas por competir y con pocas esperanzas de clasificar a la final del all-around, Blanco se muestra siempre sonriente. Ella encuentra su victoria en aspectos que trascienden los puntos y las posiciones, destacando el sacrificio de su madre, quien no pudo acompañarla. “Todas las experiencias que he vivido acá, las tengo yo pero las vive ella”, expresó Blanco sobre su madre.
Sandra Saavedra, la madre de Blanco, se siente orgullosa de su hija, quien también reconoce el esfuerzo de su madre. “Entiendo cuando la gente dice que no lo puedes poner en palabras porque ¿cómo pones los últimos 16 años de tu vida en un par de oraciones?”, reflexionó Blanco. En su diario en redes, un ejercicio que comenzó en su infancia, encuentra una forma de expresión y compromiso. “Este día es para la niña que fui. Este día es del que le contaré a mis hijos en 20 años”, escribió, subrayando la importancia personal y emocional de su participación.
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