El sábado por la noche, Ariarne Titmus de Australia reafirmó su supremacía en los 400 metros estilo libre, ganando su segunda medalla de oro en esta categoría a pesar de comenzar accidentalmente en el carril equivocado. Con un tiempo de 3:57.49 en La Defense Arena, Titmus superó a la canadiense Summer McIntosh (plata) y a la estadounidense Katie Ledecky (bronce), quien obtuvo su primera medalla en los Juegos de París.
La carrera era una de las más esperadas, principalmente por el enfrentamiento directo entre Titmus y Ledecky. En los Juegos Olímpicos de 2020, Titmus derrotó a Ledecky en esta misma prueba. Desde entonces, Ledecky ha mantenido su dominio en las distancias más largas (800 m y 1,500 m), mientras que Titmus se ha consolidado como la favorita en los 400 m, logrando el récord mundial de 3:55.38 en 2022.
Durante las pruebas clasificatorias del sábado, Ledecky demostró seguir siendo una fuerte contendiente, logrando el tiempo más rápido. Aunque admitió no buscar enviar un mensaje con su actuación, sus palabras dejaron claro su enfoque: “Solo quería tener una buena carrera y entrar en la final, eso es todo lo que importa,” dijo Ledecky.
Titmus, visiblemente emocionada, expresó alivio tras la carrera: “Es un sentimiento diferente a la primera vez. Sé lo difícil que es competir en unos Juegos Olímpicos,” comentó. Ledecky, por su parte, agradeció haber conseguido la medalla, aunque reconoció que podría haber rendido mejor. Ahora, con 11 medallas en su haber, tiene la vista puesta en sus próximas competiciones en París, buscando aumentar su cuenta de medallas y cementar aún más su legado olímpico.
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